Carta 20 EL TAO
El sujeto solo piensa en su trabajo. Se identifica con su negocio o con sus obras. Pero le falta encontrarles un sentido concreto. Tiene tendencia a dejar volar su imaginación y a desconectar de lo real. Al mismo tiempo que accede a la cima del éxito, de su saber y su arte, olvida que nadie podrá seguirle y se arriesga a llegar a encontrarse solo. Sus colaboradores o jefes ya no le comprenden. Su obra ya no es accesible para el común de los mortales. La carta por tanto, alerta al sujeto para que haga un esfuerzo para volver a descender a la tierra.
Plano sentimental presente:
El sujeto o la persona a la que se refiere la carta aspira a una unión total con su pareja. Su exceso de idealismo le puede jugar una mala pasada. Puede poner contra él a su pareja. La unión total solo es posible entre dos seres que hayan recorrido el mismo camino o compartido el mismo ideal. Pero esta carta no es muy favorable para la vida ordinaria, incluso aunque el compañero responda. La pareja así formada corre el riesgo de dejar de lado la realidad y encontrarse con los problemas. Por otra parte, el equilibrio es muy difícil de mantener. Uno de los miembros de la pareja corre el riesgo de dejarse la piel en el intento. La carta advierte de los peligros de semejantes uniones aunque pueda anunciar un éxtasis, ya que es posible que dicho éxtasis no dure y la caída podría ser dura.
Salud presente:
El sujeto pone su vida en peligro con facilidad ya que apenas se preocupa de su salud. Juega con fuego. La carta también puede anunciar un accidente de avión u otro medio de transporte, o incluso de riesgos en un país extranjero.
Plano espiritual presente:
La carta puede indicar a un gran iniciado que ha alcanzado ciertas cimas y ha entrado en Samadhi, la fusión total del que medita, con el objeto de su meditación: Dios el Absoluto. Sin embargo, el sujeto aún no está instalado en la estabilidad de la sabiduría última.
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